El colectivo del barrio madrileño de Moratalaz Distrito 14
habla por primera vez para un medio de comunicación
Hace pocas semanas, un grupo de jóvenes del barrio madrileño
de Moratalaz saltó a las páginas de medios como ABC o El País. Se habían
atrevido a desafiar el modelo de ciudad de las autoridades.
Aquellos jóvenes desinstalaron algunos de los nuevos
reposabrazos de las marquesinas de autobús de Madrid, argumentando que estaban
colocados para evitar que los sintecho pudieran usarlos para resguardarse o
dormir. El nombre de su colectivo: Distrito 14. "La campaña nació con el
objetivo de evidenciar la invisibilización de la pobreza en las calles. En
Madrid, en las zonas más transitadas del centro, los bancos de siempre han sido
sustituidos por sillas individuales, otros tienen varios reposabrazos que
impiden que alguien se tumbe, las fuentes de las plazas tienen pinchos o
hierros en los bordes para que nadie pueda sentarse... Son diseños
anti-persona", nos explican ellos mismos. Al Partido Popular local no le
gustó mucho la iniciativa.
Y es el barrio donde se desarrolla la acción de Distrito 14.
Un grupo que, hasta hoy, no había realizado entrevistas como tal y que ha
querido hacer la primera para PlayGround. Colectivo de acción directa formado
por jóvenes morataleños, desde finales de 2012 están presentes en luchas de
diversa índole pero siempre de clara definición. En sus propias palabras:
"Nuestro ámbito de lucha se enmarca dentro del anticapitalismo, lo que
incluye todas las ramas de explotación y agresión que surgen de este sistema:
el fascismo y el heteropatriarcado. Distrito 14 se define como un colectivo
anticapitalista, antifascista y feminista".
Son quizá las acciones feministas que el colectivo lleva a
cabo el día 25 de cada mes las que mayor visibilidad tienen en las calles de
Moratalaz. Las vallas publicitarias, los muros de Moratalaz o la propia sede
del PP en el barrio han sido objeto de pintadas, carteles y pegatinas
advirtiendo de que sin mujeres no hay revolución. "Decidimos no dejarlo
solo para un día al año, sino mensualmente hacer visible en el barrio este
problema que tanto dolor y sufrimiento ha causado y sigue causando. El heteropatriarcado
no es solo el que un hombre asesine a una mujer por el hecho de serlo. Engloba
muchas otras formas de violencia previas hasta llegar a ese punto: el acoso
callejero, la imposición de unos cánones de belleza o la
heteronormatividad".
Además, recogidas solidarias junto al Banco de Alimentos, la
organización de un Mundialito de fútbol Antirracista en las fiestas populares
del barrio, las muestras de apoyo a Alfon o Bukaneros o su presencia en la
lucha contra los desahucios han hecho que el colectivo sea familiar no sólo en
el barrio, sino también en todo Madrid. Y quien no les conociera, siempre
tendrá una oportunidad de hacerlo en cualquier momento. Como Carme Chacón, la
exministra de Vivienda que en mayo pasado vio cómo su mítin por las europeas en
este barrio era escrachado al grito de "PSOE, PP, la misma mierda
es". Bajo su ministerio se impulsaron medidas de carácter procesal para
agilizar los desahucios.
Moratalaz es un lugar normal, un barrio de trabajadores como
cualquier otro. Construido en los años 60 para familias no siempre madrileñas
de nacimiento, este distrito no fue sólo un lugar de paso para gente como
Melendi o Alejandro Sanz antes de su salto a la fama. También es un lugar para
un tipo de transición muy diferente y que no lleva hacia el estrellato: la de
quien da con sus huesos en su particular Guantánamo. "Nos avergonzamos de
que en nuestro barrio exista uno de los mayores centros de tortura del estado español.
Conocemos de primera mano las cosas que allí dentro suceden y nos produce el
mayor de los rechazos". La táctica es clara: doctrina del miedo.
"Multas millonarias por intentar parar pacíficamente un desahucio o por
manifestarte... Sumado a la represión que ya de por sí existía, da un resultado
de mucha gente multada o condenada, lo que conlleva un miedo de la gente que se
moviliza precisamente para que no lo hagan".
Este distrito, el 14º de Madrid, entre el parque de Retiro y
Vallecas, también acaba de ser escenario de la última ocupación de sede
bancaria. Una antigua sucursal de Caja Madrid se ha convertido en el Centro
Político Kolectivizado "La Bankarrota". En el barrio comienza a verse
un renovado tejido asociativo. Con lo que ello tiene de inconveniente para
quien trata de fomentar el miedo y el odio. Según ellos mismos nos cuentan,
Moratalaz no es lugar para nazis. "En los últimos años en Moratalaz la
presencia de la extrema derecha organizada es prácticamente inexistente, más
allá de los cuatro tontos que ponen una pegatina o hacen una pintada. Aún así
nunca hay que bajar la guardia".
Así que sí, los y las jóvenes anticapitalistas sí están
haciendo algo. No tienes por qué buscarlos ni en bibliotecas leyendo sesudos
análisis de actualidad ni en movimientos que pidan votos para ganar la ciudad.
Ellos y ellas están en los barrios.
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