El pasado 22 de marzo de 2014 dos compañeros de
Moratalaz, Víctor y Marín, fueron detenidos en el metro tras finalizar la
manifestación de las “Marchas de la Dignidad”. La detención se produjo cuando
un agente de seguridad del metro estaba agrediendo a una persona y nuestros
compañeros decidieron
mediar
para intentar evitar que la agresión continuase. En ese momento agentes
“secretas” de la
Policía Nacional decidieron intervenir y detuvieron a
nuestros compañeros. Hay que destacar que la detención se produjo SIN que los
policías secretas se hubieran identificado, por lo que en el momento de la
reducción nuestros compañeros no sabían quién les estaba agrediendo ni deteniendo.
También hay que destacar que la detención se produjo de manera violenta,
propinando los policías golpes a nuestros compañeros. La pregunta sería, por
qué detener a dos personas cuando lo único que hicieron fue intentar evitar que
una agresión continuase. Parece que la respuesta más evidente es que a la Policía , como
representantes de la autoridad, no se les puede cuestionar de ninguna manera;
que como agentes del orden están por encima de la plebe que tiene que oír, ver,
callar y agachar la cabeza ante la poderosa legalidad que el arma y la placa
otorgan a su soberbia. Nuestros compañeros fueron víctimas de un claro caso de
abuso de autoridad y violencia policial. Lo triste es que este hecho es
demasiado cotidiano. Lo triste es que hay demasiadas víctimas de violencia
policial y abusos de autoridad -¡aunque sólo hubiese una ya sería
intolerable!-. Lo triste y lo real es que tenemos los derechos que ellos
permiten cuando ellos lo permiten, lo que significa que somos meros siervos
relegados a la arbitrariedad de unos agentes que, dependiendo como tengan el
día, quizás te lleven detenida.
Con este comunicado queremos reclamar la absolución
de nuestros compañeros, por ser ellos las víctimas de la impunidad policial y
no los culpables, y además queremos denunciar
alto y claro el estado policial en el que vivimos y el poder que la policía
tiene en todos los ámbitos de nuestra vida, cuyas consecuencias más comunes son
el abuso de poder y el ejercicio de la violencia psicológica y física.
Para nuestros
compañeros, ese día les hace enfrentarse a unas penas de DOS AÑOS y MEDIO por los delitos de desórdenes y atentado a la autoridad, pese a que los únicos que practicaron la
violencia fueron ellos, los de siempre, la policía. El simple hecho de que
nuestros compañeros tengan que ir a juicio el próximo jueves 23 de febrero por
un delito no cometido es un despropósito, pero que exista una probabilidad de
que sean condenados roza lo absurdo. No obstante ni ellos, ni nosotros, nos
vamos a amilanar, y el día del juicio
nos tendrán presentes allí demostrando una vez más que la solidaridad de clase
es nuestro arma más fuerte.
Por eso hacemos una llamada para apoyar a nuestros
compañeros el próximo jueves 23 de
febrero a las 12:00 a.m en el Juzgado de lo Penal en la C / Julián Camarillo.
¡Víctor y Marín, absolución!
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